La adaptación live-action de One Piece en Netflix ha desatado debates entre los fanáticos, destacando una afirmación recurrente y es que “Neflix hizo a Luffy inteligente”. Esta afirmación se basa en una mala comprensión del carácter de Luffy. Luffy siempre ha sido más que la imagen superficial de un capitán pirata tonto y despistado. Lo que hace la adaptación de Netflix es traducir la esencia del personaje de Luffy para una audiencia más amplia mientras realiza ajustes al formato de acción real. Esto no significa que Luffy haya cambiado fundamentalmente, solo significa que el medio de acción real necesitaba algunos cambios sutiles en la representación.
En el centro de este debate está la idea errónea de lo que significa “inteligente” cuando se trata de Luffy. Muchos equiparan sus momentos cómicos en el manga con una falta de inteligencia, pero el personaje de Luffy siempre se ha definido por la inteligencia emocional, la conciencia social y la sabiduría más allá de su edad. La adaptación de Netflix se apoya en estos rasgos y al mismo tiempo suaviza las travesuras caricaturescas que funcionan bien en el manga pero que pueden parecer fuera de lugar en la acción real.