Es más conocido por crear y luego protagonizar las franquicias Rocky y Rambo; a veces se le conoce como “Sly” o “Semental italiano”; ha inspirado muchas críticas sobre lo bien que pudo conservar una apariencia súper atractiva hasta bien entrados los 70 años. El hombre al que nos referimos es Sylvester Stallone, y ahora puedes acercarte un poco más a su estrellato comprando su antigua casa en Garrison, Nueva York.
La propiedad ubicada en 40 High Ridge Road recientemente salió al mercado por aproximadamente $4.3 millones, y la propietaria es Abbie Carey de Houlihan Lawrence. A primera vista, no hay nada exagerado en la casa. De hecho, nos cautiva lo sobria que es: deja que el valle del río Hudson, justo afuera de sus enormes ventanales, sea el protagonista.
Diseñada por el estudio de arquitectura Madderlake , esta morada se alza (literalmente, descansa sobre una colina) sobre seis acres. Cada habitación, incluidos los cuatro dormitorios, está bañada por la suave luz del sol durante todo el año. El ambiente general del lugar, como mencionamos antes, es relajado, aún más con el plano abierto del primer piso, que permite que uno se abra paso con calma a través del comedor con acceso a la terraza; la sala de estar que carece de ornamentación innecesaria con buen gusto; y la cocina de chef de estilo escandinavo que probablemente era muy querida por otra de las propietarias anteriores de la casa, la columnista gastronómica de Vogue Barbara Kafka.
Si aún no te has enamorado, en primer lugar, ¿ por qué ? Y, en segundo lugar, tal vez las características de la suite principal del primer piso cambien eso. Hay un vestidor de cedro y una bañera , así como otra terraza en la que puedes imaginarte descansando mientras contemplas dramáticamente el río Hudson a media distancia. Todo es de madera clara y suave, como algo sacado de un poema de Mary Oliver.
También en la columna de “Pros” de esta casa se encuentran la sala multimedia con pisos de hormigón pulido estilo terrazo; la sauna en la suite de invitados (porque espacios como ese simplemente deben compartirse con los seres queridos); y (nuestra favorita personal) el anexo de la piscina , que toma como ejemplo la arquitectura brutalista. Podríamos escribir un artículo entero sobre esa piscina de arenisca. De hecho: cuando la luz da en el punto justo, los rectángulos llamativos y brillantes que forma en el agua recuerdan a una obra maestra de De Chirico. Una vez más, es un espacio austero que deja lugar para la contemplación gloriosa.
Si eres como nosotros, sabemos lo que estás pensando en este momento: cerrar el trato por esta maravilla de casa de 430 metros cuadrados. ¿Nuestro consejo? Deberías hacerlo sin dudarlo.