La carrera veloz de los infectados, sus voces distorsionadas y su sangre que brota (que puede transmitir la infección con solo una gota) son más inquietantes que muchos zombis obviamente muertos porque aún existe la pequeña esperanza de una cura. Sin embargo, cuando se explota esta esperanza, 28 días después ofrece a los espectadores una escena más inquietante que cualquier otra que involucre a los infectados. El mayor West, interpretado por Christopher Eccleston, revela que su transmisión que promete “la respuesta a la infección” es una estratagema para atraer a mujeres desesperadas a su refugio militar, para que se conviertan en esclavas 𝑠e𝑥uales de sus hombres. Esta escena es increíblemente inquietante por su realismo.

El Mayor West y sus hombres son una amenaza mayor que los Infectados. Sin embargo, la lenta acumulación de la trama introduce comedia sobre una terrible cena de huevos podridos, dando al espectador una falsa sensación de seguridad mientras muestra la comprensible falta de comida de los personajes. La escena de revelación analiza el concepto de trastorno de estrés postraumático, y el Mayor West es un villano más plausible que los de otras películas de zombis. La escena es aterradora por su desesperación y desolación, pero prepara el final sorprendentemente optimista de 28 días después.