Ken Griffin, el multimillonario de los fondos de cobertura y fundador de Citadel, está construyendo lo que está a punto de convertirse en la residencia privada más cara del mundo. Ubicada en Palm Beach, la exclusiva zona costera de Florida, esta extraordinaria propiedad ha llamado la atención no solo por su enorme escala, sino también por la gran cantidad de dinero involucrada. Griffin ha estado juntando los terrenos para este proyecto desde 2012 y, cuando esté terminado, se estima que su mansión superará los 400 millones de dólares en costos totales de desarrollo.
El multimillonario Ken GriffinUna década de adquisiciones de tierras
El camino de Griffin hacia la construcción de la casa más cara del mundo comenzó con adquisiciones estratégicas de terrenos que se han extendido durante casi una década. Su compra inicial se produjo en 2012, cuando comenzó a comprar propiedades a lo largo de Billionaire’s Row en Palm Beach, una de las zonas inmobiliarias más codiciadas de los EE. UU. Continuó adquiriendo parcelas adyacentes, hasta llegar a acumular más de 20 acres de propiedades privilegiadas frente al mar. La inversión colectiva de Griffin en bienes raíces en Palm Beach ya ha superado los $450 millones.
Ken Griffin está construyendo la casa más cara del mundo en una parcela frente al mar en Palm Beach.
El proyecto se distribuye en estas parcelas y se espera que la construcción incluya varias estructuras residenciales, entre ellas la casa principal, las casas de huéspedes y las instalaciones recreativas, todas construidas con un diseño de vanguardia y una artesanía de primera clase. Robert AM Stern Architects y la firma DivcoWest de Stuart Shiff han sido elegidos para diseñar y gestionar la enorme finca. Se espera que la construcción cuente con amplios jardines, lujosas piscinas, un garaje subterráneo con capacidad para docenas de coches y acceso exclusivo a la playa. Cada estructura incorporará comodidades modernas a la vez que mantiene elementos arquitectónicos clásicos, creando una combinación incomparable de lujo y sofisticación.
El fundador y director ejecutivo de Citadel planea utilizar la vasta propiedad como su casa de retiro.Una historia de inversiones inmobiliarias que baten récords
El proyecto Palm Beach de Ken Griffin sigue un patrón de compras inmobiliarias récord en todo el mundo. En 2019, fue noticia al comprar un penthouse de 238 millones de dólares en la ciudad de Nueva York, estableciendo el récord de la casa más cara jamás vendida en los Estados Unidos. Griffin también posee propiedades en Londres, Chicago y Miami, entre otros lugares, con una cartera inmobiliaria global valorada en más de mil millones de dólares.
La finca se encuentra en construcción.
En Palm Beach, Griffin ya ha transformado el mercado inmobiliario local. Su presencia y sus continuas adquisiciones han establecido un nuevo estándar para las viviendas de lujo, elevando los precios a niveles sin precedentes. Es probable que su patrimonio supere todos los récords existentes para la casa más cara de Florida, eclipsando incluso las propiedades de otros multimillonarios de alto perfil.
Un monumento a la riqueza y la exclusividad
La construcción en curso de la propiedad de Griffin en Palm Beach ha alimentado muchas especulaciones sobre cómo lucirá el producto final. La casa está siendo diseñada con énfasis en el lujo, la exclusividad y la privacidad. Robert AM Stern Architects, reconocido por su diseño clásico con mejoras modernas, está supervisando el diseño del proyecto para garantizar un equilibrio entre grandeza y funcionalidad. DivcoWest de Stuart Shiff, conocido por desarrollar propiedades de alta gama, está administrando la construcción para darle vida a este extraordinario proyecto.
La construcción de la finca también contará con diseños respetuosos con el medio ambiente, utilizando materiales sostenibles y tecnologías ecológicas siempre que sea posible. Griffin, que ha hecho importantes contribuciones filantrópicas a lo largo de su carrera, es conocido por su interés en la preservación del medio ambiente, y esto podría reflejarse en la forma en que se construye la finca. Sin embargo, incluso con prácticas sostenibles en marcha, la escala de la casa es nada menos que monumental.
El gran tamaño y la complejidad de la propiedad ponen de relieve el deseo de Griffin de tener una residencia que se destaque entre las propiedades más lujosas del mundo. La combinación de vistas al mar, superficie extensa y comodidades de lujo del proyecto probablemente establecerá un nuevo punto de referencia para las viviendas de lujo, no solo en Florida sino en todo el mundo.
Estableciendo un nuevo estándar en el sector inmobiliario de lujo
La propiedad de Griffin representa más que una casa: es un símbolo de riqueza y logros. En una época en la que los multimillonarios construyen residencias cada vez más extravagantes, este proyecto destaca por su ambición. Se espera que la mansión de Palm Beach transforme el mercado inmobiliario de ultralujo, inspirando futuros desarrollos que estén a la altura de su escala y grandeza.
Para Griffin, el proyecto Palm Beach es una nueva incorporación a su ya impresionante cartera inmobiliaria. Conocido por su habilidad para detectar oportunidades de inversión lucrativas, se espera que la finca de Griffin mantenga o incluso aumente su valor con el tiempo, lo que la convierte en un posible punto de referencia tanto en la vida de lujo como en la inversión. Su estrategia inmobiliaria más amplia, junto con su interés en la filantropía, la cultura y la innovación, consolida su lugar como una de las figuras líderes tanto en las finanzas como en el sector inmobiliario de lujo.
La continua expansión de la finca no ha pasado desapercibida para los habitantes de Palm Beach ni para los medios de comunicación, y muchos esperan que la casa de Griffin pueda batir nuevos récords mundiales como la propiedad residencial más cara. A medida que el proyecto se acerca a su finalización, no solo ofrecerá una visión del mundo del ultralujo, sino también de la vida de uno de los gestores de fondos de cobertura más exitosos del mundo.
La propiedad de Griffin continúa en construcción y, a medida que surgen más detalles, el mundo inmobiliario espera ver si realmente se convertirá en la casa más cara del mundo, superando todos los precios existentes y estableciendo un nuevo récord para el lujo mundial.